La sociedad de la Edad Moderna estaba dividida en privilegiados y no privilegiados.
Los privilegiados.
Formaban este grupo la nobleza y el clero. No pagaban impuestos, poseían la mayor parte de las tierras y ocupaban los principales cargos políticos.
Los no privilegiados.
Formaban este grupo los campesinos y la burguesía (artesanos y comerciantes). Recibían el nombre de pueblo llano.
Pagaban impuestos y no podían acceder a los cargos del gobierno. Los campesinos vivían en la pobreza, mientras que los burgueses poseían muchas tierras y riquezas e imitaban el modo de vida de la
nobleza.
La sociedad de la Edad Moderna fue poco tolerante en el aspecto religioso, por eso en 1.492 se expulsaron a los judíos y en 1.609 se expulsaron a los moriscos.
Se conoce como Siglo de Oro el período comprendido entre la mitad del siglo XVI y finales del siglo XVII, por la calidad y abundancia de las obras de arte y de literatura producidas en España.
En la Edad Moderna vivieron en España brillantes escritores.
La imprenta, inventada en el siglo XV, ayudó a la difusión de sus obras.
En el siglo XVI, sobresalieron Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, que escribieron obras de carácter religioso, y el poeta Garcilaso de la Vega.
LA ARQUITECTURA
En arquitectura, en el siglo XVI, se construyeron edificios de estilo herreriano, que se caracteriza por su aspecto austero y su escasa decoración.
En el siglo XVII, se construyeron edificios de estilo barroco, con abundantes líneas curvas y decoración recargada.
En el siglo XVIII, aparecieron los edificios de estilo neoclásico, que imitaban las construcciones de los romanos.
LA ESCULTURA
En escultura, destacan los retablos que decoraban los altares y las figuras religiosas de madera policromada.
Entre los escultores sobresalen Gregorio Fernández, Martínez Montañés, Alonso Cano y Francisco Salzillo.
En el siglo XVII sobresalió Diego Velázquez, el pintor de la corte, que realizó numerosos retratos, cuadros religiosos y escenas de la vida cotidiana.
Francisco de Zurbarán, José Ribera y Esteban Murillo.
A finales del XVIII, destacó Francisco de Goya.
En el siglo XVIII la ciencia tuvo un gran desarrollo. Se crearon muchas instituciones científicas, como observatorios, museos y jardines botánicos.
También se concedió mucha importancia a la educación y la cultura. Se crearon Academias, como la Real Academia de la Lengua, y Sociedades Económicas, en las que se reunían expertos para
reflexionar sobre la economía.